Una recomendación literaria: Donde aprenden a volar las gaviotas, de Ana Alcolea
Donde aprenden a volar las gaviotas
Ana Alcolea
Donde aprenden a volar las gaviotas es un libro de narrativa juvenil de la escritora zaragozana Ana Alcolea. Se publicó en el año 2007 y, con 248 páginas, está dirigido a lectores de la ESO y de Bachillerato.
La obra narra la historia de Arturo, un adolescente zaragozano de 15 años que ha suspendido inglés y que, obligado por sus padres, pasará el verano en casa de un amigo de su padre en Noruega para mejorarlo. Allí conocerá a Erik, hijo de la familia y de su misma edad, con quien se adentrará en una misteriosa aventura: excavando en el jardín de la casa, situada sobre lo que en su día fue un campo de concentración nazi, descubrirán una misteriosa caja de metal perteneciente a la abuela de la familia. Los jóvenes deberán encontrar la llave para abrirla y descubrir su contenido, lo que los enfrentará al enigmático pasado de la abuela.
Hace casi diez años que leí la obra y, aunque no recuerdo los pormenores de la historia, la recomendaría sin duda. Con Donde aprenden a volar las gaviotas, mi profesora de Lengua y Literatura de entonces (2º de la ESO, si mal no recuerdo) consiguió lo imposible: no hubo nadie que no hubiera terminado el libro (a pesar de que lo leímos, fundamentalmente, en casa) y, más aún, nadie a quien no le hubiera gustado. Y no es de extrañar, pues se trata de un libro que consigue captar el interés del lector a través del misterio que envuelve la investigación de los personajes. Además, Ana Alcolea acompaña el misterio con breves reflexiones en torno a conceptos como la guerra y la memoria, pero también en relación a miedos, preocupaciones y sentimientos con los que podría conectar cualquier adolescente, lo que permite la identificación del lector con los personajes. En efecto, se trata de una obra en la que no falta amor ni misterio, con la que los jóvenes se acercan a la historia de la Segunda Guerra Mundial a la vez que se descubren a sí mismos. Os dejo, por aquí abajo, un fragmento memorable del libro:
"La vida es aprender, estamos aquí para eso, como las gaviotas. Vivir es peligroso, es cierto. Pero un pájaro no puede quedarse eternamente en su nido, tiene que volar".
Durante la lectura de la obra, podrían plantearse actividades de animación lectora como la creación de un diario del viaje que realizan Arturo y Erik en su investigación para descubrir el contenido de la caja de la abuela Elsa. Esta actividad podría llevarse a cabo mediante la creación de una línea de tiempo (Timetoast) ilustrada con imágenes de las localizaciones (tanto de mapas como de las ubicaciones reales) y acompañada con breves producciones que describan y relaten los hallazgos o sucesos más importantes de la aventura. No obstante, también cabría la posibilidad de plantear esta actividad como un diario de viajes en formato físico.
Asimismo, los estudiantes podrían crear su propia caja misteriosa, donde podrían incluir fragmentos relevantes del libro; fotografías que podrían haber tomado los personajes (o, en su defecto, ilustraciones hechas por los propios estudiantes); cartas que Arturo podría haber enviado a sus familiares durante el verano; objetos de relevancia en la obra; reflexiones del propio Arturo; canciones que podrían acompañar, a modo de banda sonora, determinados momentos de la historia; información ampliada sobre los pueblos vikingos, los mitos nórdicos o sobre la Segunda Guerra Mundial (pues se trata de temas mencionados en el libro), etc. Además, los estudiantes podrían crear, a partir de datos de la obra, su propia clave para abrirla con el fin de que el resto de estudiantes puedan descubrir los secretos que guarda.
Por último, tras la lectura y la reflexión sobre la obra, los estudiantes podrían pensar en portadas alternativas para el libro. En efecto, a pesar de que las gaviotas esconden una bonita metáfora que guarda gran parte del mensaje de la obra, la portada no expresa demasiado de cara a quien aún no conoce la historia. Así pues, los estudiantes podrían tratar de recrearla incluyendo guiños a acontecimientos, personajes, paisajes o sentimientos significativos del libro. Esta recreación de la portada podría acompañarse de una descripción de los elementos incluidos así como de un breve texto argumentativo que justificara su presencia y relevancia. Esta actividad podría realizarse a través de aplicaciones como Canva.
Con todo, adjunto el enlace al blog de Ana Alcolea, donde encontraréis más información sobre la autora y sus obras.
No he leído el libro, pero tiene muy buena pinta 8con tu presentación dan ganas de leerlo). Y las actividades que propones me parecen muy interesantes, útiles y entretenidas, sobre todo la de la caja (hasta podrían en grupos meter objetos, fotos... de sus abuelos y abuelas y explicar luego en clase qué son, qué valor tienen...). Gracias por las ideas.
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